Miguel me recibió en su casa con una sonrisa que hizo que todo fuera fácil con él, a su edad lo normal es extrañar a los desconocidos pero para mi sorpresa fue un bebé tan simpático que sonrío con tan solo recordarlo. Gracias a sus maravillosos papás por hacerme sentir como en mi casa y espero que nos veamos muy pronto otra vez.
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